El rey difunto

"Érase una vez", dijo el sabio druida
mientras las llamas ardían precisas,
naciendo a su paso, con las cenizas,
la historia de vuelta, que no de ida.

La historia del rey que al dragón la herida
marcó en el corazón con duro acero,
brindándole la paz al pueblo entero,
la paz que fue comprada con su vida.

Hoy rinden homenajes al difunto
monarca que descansa con los dioses.
En tierra, muchas lágrimas y adioses.

En cielo, la alegría del asunto
de ver, desde lo alto, a su conjunto
de fieles, gritos, besos, llantos, voces...

Fabián Muniz Umpiérrez

1 comentario:

Fabián Muniz dijo...

Me di cuenta que el último verso del primer cuarteto tiene 10 sílabas, pero bue... Los sonetistas también somos falibles...

Gracias, RRR!!!
Abrazo!
A.A