Venus de Milo de almacén
paraguayo
donde cambias tus monedas

y tiras unos minutos
en una luz que depura tu vida

en la excelsa carne de
la urgencia

rosada

matriz del deseo
humedecido
en el fulgor en la furia
de tu imperio

que deshace el movimiento azul
damasco de tus caderas

más abajo navegás con la boca
el goce

el abanico de desnudez en ella
y todas
las desnudeces

ahora esbelta en gotas
colgando de sus pechos

la nube de la bicicleta

ponchito de amor ese montículo
de rizos

marcando al sueño el paso

abajo

de la raya que divide

espalda vaporosa dueña del erotismo

en acabado movimiento

ritmo de lo violento y de lo suave

elogio de Coca, flor
de un poema inexplicable

vamos siempre en nuestra espumosa pasión
cada vez que estrena

vamos con bombos y platillos
papelitos y banderas

a ver tu película

en la butaca de la nube
entre tus piernas flotadoras

azul verdoso del cuerpo exuberante
de mujer copiosa

refregándose en la blancura
de la espaciosa noche

en el 69
que cierran con sus bocas

¿y cuál es el secreto que sella?

¿la sangre? ¿el corazón?

¿el calor en el fluir del caos?


en todas sus películas
yo ví

coca y agua
agua y coca

en la vidriera del agua
nada


el cuerpo blanco de ópalo volumen
contorneándose
azul lejos cerca del ojo

en la visión

la acróbata,

coca nadadora


y esos hombres que van a ella
los que dicen “ponemos
la música con que se baila”


uno entra cuando le toca-
y era como imaginaba
en el sueño

en las lecturas inconscientes
de los cuerpos que vienen

por los besos
y los mimos del deseo de flor
en ese perseguir primavera


los exudados y los fluidos
juntados consumados
del cosmos de la Diosa
que insemina

la alegría del cuerpo


presente vestido en gotas
de la piscina esmeralda

a la salida del agua

y ahora su cuerpo vestido de saliva


pasea por el sol más allá de la línea

si se ve incandescente genital
fascinada dibujo del placer


casi ensueño
que vuela la gracia
de esa plenitud


y estas manos gastadas
por escribir con la gota
que ahora besás

tus tetas adoradas
tus tetas blancas, derramadas

besadas en su punto

como pupila que ama la lujuria de las formas
y bebe y besa

“mis perros llevan mis collares
que nadie olvide eso”

y en eso

potra fugaz de la lluvia
de las lluvias en las sábanas
sobre carnosas camas que alimenta

blanca lechosa rosada rabiosa

hasta que me echaste moría
de placer

tu flor
perfume ____tan noche
todos los movimientos de la noche


colgué un marco vacío
de la sombra

y comencé a llenarlo
de silencio,
en la pared

como una vertiente
de mí mismo

en otro



Pablo Queralt
Del libro "Coca"

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