una traición
mil traiciones
y es un día hermoso
ya nada hace llover
la normalidad de las horas malditas nos sorprende tomando sol
acariciamos una cerveza helada
tu vaso y el mío golpean las puertas del deseo
y ya no llueve
hace un montón de vidas que no llueve
hay un único rincón del alma que sigue llorando
pero ya no llueve
el mundo perdió su capacidad de conmoverse
acariciamos la cerveza helada
golpeamos, si hay, el otro vaso
las palabras del correo electrónico no tiemblan ni abrazan
nos contaminamos de imágenes y garabatos que no hacen llover
la normalidad de las horas malditas nos sorprende tomando sol
hay un único rincón del alma que domina el lenguaje de señas
y por eso
sigue llorando…


Eladio Camejo

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