Desperté…
atravesé un largo pasillo.
Detrás de sus cuatro puertas duermen:
mis abuelos,
mis hermanos,
mi tío y mi padre.
El baño es grande…
casi tanto como un espacio vacío.
Desamparado entre azulejos blancos
dejo el espejo detrás de mis espaldas…
no quiero mirarlo,
tengo miedo de verme otro.
Germán Arens
De su libro "Los ojos del Cordero"
No hay comentarios:
Publicar un comentario